La leche es para la gente carnal. Son como niños porque los mueve cualquier viento de doctrina.
1ra. a los Corintios 3:1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
La iglesia comenzaba a sufrir el principio de los estragos de los recién convertidos que no recibían un cambio espiritual es sus vidas. De manera que se formó una contienda sobre quien era de quien. Todos decían yo soy de Apolos o de Pablo. Pero nadie decía que era de Cristo. El celo se formaba por la anciedad de tener vanagloria, la contiendas por la diferente creencia y las disensiones porque no había un acuerdo en lo que se hablaba. Ocurre como hoy día todos dicen saber y estar bien en lo que aprueban.
El hombre carnal no tiene la capacidad ni la inteligencia ni la sabiduría que tiene el espiritual la cual es requeridad para entrar en la verdadera fe donde se exige mucho para salvación. Es un hombre fácil de convencer hacer lo contrario a lo que aprueba Dios. Pablo al hablar espiritualmente y darle vianda le era fuerte y duro a algunos. De manera que Pablo tuvo que enseñar que ellos no eran nadie sino siervos de Dios y quien era algo era Dios.
5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.
Hoy día ocurre los mismo todos se han puesto nombre y dicen ser de alguien, olvidando que somos uno en Cristo de tal forma que algunos se olvidan cofraternizar. Ahora bien entre los tantos encontramos los métodos que imitan al mundo dentro de él lugar de reunión para traer las almas, pues la palabra de Dios a los tales le suena monotonía por ejemplo: un domingo de oración, le sonaría aburrido, monótono y desanimado ¿porqué? Porque sois carnales y todavía no han conocido a Dios. Mientras se imita al mundo niegan la fe, la fe de quien da el crecimiento es Dios y no la imitación traídas del mundo. Dios no dará crecimiento en medió de un pueblo que no vive una vida santa, osea completamente en santidad. Porque de hacer lo bueno es la fe que agrada a Dios porque para él se hace, porque en el habéis creido.
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